sábado, 29 de mayo de 2010

Duerme niña .

Sueño que sueño, sueño que canto.
Vuelo en un sueño y me quedo dormida.
Caigo en picada a ojos cerrados.
Canto un sueño, sueño que canto.

Despertar es algo que dejé de lado
me gustan mas mis sueños...
Quien pudiera vivir como en un sueño
Quien quisiera vivir soñando?...
Nadie...

La señora realidad nos cachetea
nos recuerda que esta a nuestro lado
El señor sueño nos tironea para quedarnos
a veces nos enamora tanto, que nos quedamos.

Abramos los ojos y vivamos la realidad
pero no olvidemos soñar...
el sueño es la primera parte del camino
Vivamos los caminos soñados

Mirame y decime que ves?
una simple soñadora?
Sueño que sueño
Sueño que canto
Sueño que vivo
Sueño que siento
Sueño un sueño en el que sueño.

jueves, 13 de mayo de 2010

Amar a un árbol

Era tarde, de tarde, un viernes de otoño. El cielo estaba algo opaco, cubierto de nubes. En las veredas, hojas amarillentas ponían el típico toque otoñal al cuento.
Un Ginkgo Biloba reposaba en una esquina; entre una avenida muy transitada y una calle bastante tranquila, aunque poblada de comercios. A mitad de cuadra, sobre la calle tranquila, un Fresno dormía placidamente.

El Ginkgo Biloba hacia casi 60 años había echado raíces, pero no era el mas viejo de la cuadra, ya que del otro lado de la avenida había una plaza donde habitaba un Sauce de mas de 120 años; este era algo así como el consejero de todos los árboles que rondaban.
Desde el día que el pequeño brote del Fresno se aferró a la tierra de aquella calle tranquila, Ginkgo Biloba se dio cuenta que desde cada fibra de sus hojas hasta la punta de sus raíces algo se había estremecido, sentía una conexión con ese Fresno como nunca había sentido con ningún otro ser viviente.
El Fresno crecía majestuosamente en aquel sitio desde 40 años atrás, y al estar rodeado de comercios, no tenia vecinos de su misma especie, ni de ningún tipo de planta, flor o árbol.

Desde el principio de los tiempos, los árboles, fueron considerados los seres mas mágicos y magníficos de toda la flora existente; y de allí, cuentan las historias como esta, que los árboles, desde siempre tuvieron una habilidad de telepatía para comunicarse entre si. Y según se sabe, es muy compleja esta forma de comunicación, puesto que cada árbol puede escoger con qué par se comunica y con cual no.

Es así, que una vez, Ginkgo Biloba decidió molestar al Sauce, que aquella mañana meditaba con suma paz, mientras el viento movía sus débiles ramas y algunas de sus hojas manchaban el césped de la plaza, junto a un letrero de NO PISAR.
-Necesito saber que es lo que me sucede Sauce
-¿Cual es tu problema joven Ginkgo Biloba?
El Ginkgo Biloba en realidad no estaba seguro cual era su malestar, pero intento explicar la situación.
-Siento algo muy extraño con el Fresno que esta ubicado a 50 metros sobre la vereda que esta a mi izquierda...
-¿Cual es ese sentimiento?
- No lo sé con exactitud. Pero desde que el Fresno fue trasplantado aquí, lo único en lo que pienso es en él. Siento que es el ser más maravilloso que existe, siento que un toque de alguna de sus hojas me derribaría, una brisa compartida me quebraría la corteza...
-Yo creo que estas enamorado
-¿que es eso?
-el enamoramiento es una palabra que inventaron los humanos para adornar un sentimiento desconocido y bello hacia otra persona.
-¿Pero entonces si es desconocido qué es en verdad?
-yo diría que estas deslumbrado
-¡Sauce querido! es que no puedo evitarlo aquel Fresno es el árbol mas maravilloso que vi en mi vida, al estar tan alejados y ser yo tan tímido se me hace imposible declarar mis sentimientos.
-En mi opinión tienes que hablarle, y luego conocerlo. Solo así sabrás si el sentimiento desconocido es certeramente amor
-¿Amor?
-Amor es la palabra para describir el sentimiento más puro de todos. Amar a un ser, es quererlo mas allá de todo, sin obstáculos, sin excusas, plenamente Amor...créeme que cuando lo sientas, lo sabrás.
-Gracias Sauce...Voy a hablar con el Fresno.


Así fue. El Ginkgo Biloba y el Fresno, empezaron a hablar, intentaron conocerse, el Fresno había crecido rodeado de un consumismo masivo y estaba muy triste por ver como por las noches varios niños dormían abrazados en los pórticos de los comercios, el Ginkgo Biloba se sorprendía al oír esto, ya que sobre la avenida donde habitaba, estaba superpoblado de gente y abarrotado de oficinas que también, por las noches sus puertas se transformaban en hoteles para algunas familias.
Sorprendentemente ambos seres tan distintos encontraron mil cosas en comunes, se pasaban las tardes conversando y riendo. Era una lastima que ninguno de los seres humanos que pasábamos por allí nos diéramos cuenta, aquellos seres parecían muertos, inmóviles, sin actividad aparente...ignoramos tantas cosas.

Un tiempo después el Sauce quiso saber si el Ginkgo Biloba ya sabía lo que sentía.
-joven Ginkgo Biloba, ¿tu alma habló? ¿Sabes lo que sientes?
-Querido y sabio Sauce, no solo mi alma, descubrí que mi corazón de madera tiene voz también, y habla fuerte. Amo al Fresno, y mi sueño es poder vivir junto a el por siempre unidos, como uno solo.
-Pero mi joven compañero, bien sabes que donde estemos plantados moriremos.
-Lo sé pero también sé que hay formas de unirnos por siempre, ya verás...


Esa misma tarde, el invierno comenzaba, y las últimas hojas del Ginkgo Biloba cayeron al suelo con baldosas grises.
En ese instante, el suelo comenzó a temblar bajo los pies de los caminantes que pasaban por allí. El viento soplaba con mas fuerza que nunca y alunas palomas y otras aves que volaban por ese lugar, se posaron sobre los aleros de algunos edificios y casas a observar; las aves siempre saben...
El Ginkgo Biloba comenzó a estirar, centímetro a centímetro sus raíces enroscadas bajo el asfalto y la vereda, intentando alcanzar al Fresno, que hacía lo mismo. Querían estar juntos, y nada más.

Una hora más tarde ambos árboles estaban en el mismo lugar, el Ginkgo Biloba en aquella esquina y el Fresno en esa calle de comercios. Pero ahora sus raíces estaban entrelazadas unidas para siempre, y seguirán creciendo juntos, abrazados como solo los seres mas mágicos y maravillosos del reino vegetal saben hacerlo.
Una hora mas tarde, los vecinos estaban llamando a la municipalidad para que arregle las veredas; todas las baldosas estaban destruidas.